La leche de vaca hace parte de la dieta básica de muchas personas en el mundo. La consumimos como complemento de cereales, jugos, café e incluso como una bebida sola.
Sin embargo, no es de extrañar que otro grupo de personas no pueda o no quiera tomar leche debido a su gusto, dieta o alergias e intolerancias.
En este blog exploraremos diversas opciones que te pueden ser de utilidad si te planteas dejar de lado la leche de vaca o si simplemente quieres darle una vuelta a tu taza de café de siempre con un aditivo no tan distante de la leche. Las principales alternativas que encontrarás a continuación, entre muchas otras, son:
- Leche de soya o soja
- Leche de almendras
- Leche de avena
- Leche de coco
Empecemos revisando por qué es tan popular la leche como complemento del café. Recuerda que el café tiene una versatilidad increíble que lo hace ideal para acompañarlo con distintos ingredientes.
Leche y café: ¿el complemento perfecto?
El latte y el capuchino están entre las 10 bebidas de café más populares en el mundo, solo superadas por el espresso y el americano. Tienen en común un ingrediente: la leche.
El latte se prepara a base de espresso, que es usado para 1/3 de la bebida, mientas los 2/3 restantes son ocupados por leche calentada al vapor y finalmente una capa de 1 cm de espuma de leche. Se caracteriza por ser una bebida suave y sedosa.
Por su parte, el capuchino tiene una composición similar. También se prepara con espresso, leche vaporizada y espuma de leche, pero en este caso se utilizan en partes iguales y se sirve en tazas de 150 a 180 ml.
Además, el uso de leche en el café también tiene su toque estético importante. Es una bebida a la que es difícil resistirse a tomarle una fotografía, sobre todo cuando los baristas tienen la libertad de plas mar su creatividad con diseños únicos, algunos simples y otros muy complejos. Se podría decir que la leche es la pintura en el arte del latte, y el espresso es el lienzo.
¿Por qué agregar leche al café?
El uso de la leche en el café tiene varias explicaciones. Es una forma muy práctica de cambiar la textura del café, en caso de que la prefieras más cremosa. También sirve para enfriar el espresso o suavizar el fuerte y concentrado sabor que caracteriza a un espresso.
Cambio de textura del café
La sensación en la boca de una taza de café sin más se puede describir similar a la de tomar agua, solo que en este caso puede estar caliente, a menos que sea, por ejemplo, un cold brew.
La leche tiene diversidad de compuestos, pero las protagonistas del cambio de textura son las grasas. Estas transforman la taza de café, agregándole espesor y una suavidad que se podría identificar como “aterciopelada”.
Cambio de sabor del café
Otro de los cambios más notorios en el café será el del sabor ya que se están mezclando dos bebidas diferentes. El cambio de sabor se debe principalmente a las proteínas presentes en la leche. Cada 100 ml de leche contiene 3.50 gr de proteínas. Estas son:
- Caseína
- Beta-lactoglobulina
- Alfa-lactoalbúmina
- Lactoferrina
- Lactoperoxidasa
- Inmunoglobulinas
- Lisozima
Su rol en el cambio de sabor de la taza de café consiste en suavizar el amargor al unirse con los compuestos polifenólicos, como los taninos. Estos tienen un amargor que cuando se libera en exceso, la taza no queda de la mejor calidad.
Disminución de acidez
Las proteínas de la leche también ayudan a disminuir la acidez, que también se conoce como brillo del café. Este efecto se produce debido a la reacción de las proteínas con los ácidos clorogénicos, que son los principales responsables del brillo del café.
La acidez del café es muy valorada durante una cata. Sin embargo, es una característica que quizás no queramos resaltar en nuestro café de todos los días. Añadir leche ayuda a reducir esa acidez.
Ahora que sabemos cómo interactúa la leche con el café, podemos revisar unas alternativas que pueden dar efectos similares. A fin de cuentas, es una experiencia totalmente diferente que podemos seguir disfrutando independientemente de nuestro gusto por la leche de vaca, dieta o problemas médicos asociados al consumo de lácteos.
Alternativas a la leche para agregar al café
Actualmente es fácil encontrar leche obtenida de productos que no son precisamente “ordeñados”. Tal es el caso de las almendras, la avena o el arroz.
Estas alternativas de origen vegetal se elaboran normalmente poniendo en remojo la legumbre, el fruto seco o el grano y luego prensando y colando el líquido, al que finalmente se llama leche. A continuación, encontrarás 9 alternativas a la leche de vaca que seguramente te animes a probar.
Leche de soya o soja
Esta se elabora con granos o proteína de soya y frecuentemente se complementa con espesantes y aceites vegetales para mejorar el sabor y la consistencia.
Tiene un sabor suave y cremoso. Sin embargo, el sabor puede variar según las marcas. Es la leche vegetal más usada como alternativa a la leche de vaca.
En cuanto a su composición nutricional, una taza de leche de soya sin endulzar contiene entre 80 y 90 calorías. También entre 4 y 4.5 gramos de grasa; entre 7 y 9 gramos de proteínas y 4 gramos de carbohidratos.
Contiene una cantidad similar de proteínas que la leche de vaca, pero casi la mitad de las calorías, grasas y carbohidratos. También cuenta con aminoácidos esenciales que no son producidos por el cuerpo.
Sin embargo, la soya tiene dos contraindicaciones que debes tener en cuenta. En primer lugar, tiene grandes cantidades de isoflavonas, lo que puede causar problemas hormonales, aunque no hay estudios que sean ampliamente concluyentes. Por otra parte, la leche de soya no es recomendado para quienes sigan una dieta que evite los FODMAP.
Los FODMAP son un tipo de carbohidrato de cadena corta presente en algunos alimentos que pueden provocar problemas digestivos.
Leche de almendras
La leche de almendras, como su nombre lo indica, se produce a partir de almendras. Tiene un sabor característico a nuez con un toque de dulce.
Su composición nutricional es de entre 30 y 35 calorías, 2.5 gramos de grasa, 1 gramo de proteína y entre 1 y 2 gramos de carbohidratos. Contiene menos de una cuarta parte de las calorías y menos de la mitad de la grasa que la leche de vaca. Es una buena opción para quienes mantienen dietas o rutinas alimenticias con un bajo requerimiento de consumo calórico.
La leche de almendras es esencialmente agua, por lo que es normal ver que algunas marcas anuncian que su leche de almendras solo tiene el 2% de almendras. De forma que para aprovechar al máximo los nutrientes y beneficios se debe buscar una concentración entre el 7 y el 15%.
Leche de avena
Esta se prepara con una mezcla de avena y agua. Sin embargo, los fabricantes suelen añadir ingredientes adicionales, como aceites y sal, para obtener un sabor y textura más similares al de la leche. Tambien tiene un sabor suave y dulce.
Su valor nutricional está compuesto de entre 140 y 170 calorías, tiene aproximadamente 5 gramos de grasa. Además, tiene entre 2.5 y 5 gramos de proteínas y entre 19 y 29 gramos de carbohidratos.
Esta leche es se aproxima a la leche de vaca en su composición calórica, pero tiene hasta el doble de carbohidratos y la mitad de las proteínas y grasas. Además, tiene un alto contenido de fibra.
Leche de coco
La leche de coco se elabora con agua y la pulpa de los cocos. Tiene una textura cremosa y un sabor dulce pero sutil a coco.
Su composición nutricional consta de 45 calorías, 4 gramos de grasa, ninguna proteína y pocos carbohidratos. Esto equivale a un tercio de las calorías de la leche de vaca, la mitad de grasa y una cantidad significativamente menor de proteínas y carbohidratos.
Al igual que la leche de soya, se recomienda un consumo moderado para quienes tengan una dieta FODMAP. Se recomienda el consumo de 1/2 taza (120 ml) cada vez.
Leche de arroz
La leche de arroz se elabora con arroz blanco o integral molido y agua. Es una opción segura para quienes tienen alergias o intolerancias a los lácteos, el gluten, la soya o los frutos secos. También tiene un sabor naturalmente dulce.
Una taza de leche de arroz contiene entre 130 y 140 calorías, entre 2 y 3 gramos de grasa, 1 gramo de proteína y entre 27 y 38 gramos de carbohidratos. Respecto a la leche de vaca, tienen un nivel similar de calorías, pero casi el doble de hidratos de carbono. También contiene muchas menos proteínas y grasas.
Leche de anacardos
Se elabora con una mezcla de anacardos y agua. Es una leche cremosa, dulce y con un sutil sabor a nuez.
Una taza de leche de anacardo sin endulzar contiene entre 25 y 50 calorías, entre 2 y 4 gramos de grasa, máximo 1 gramo de proteína y entre 1 y 2 gramos de carbohidratos. Es decir, menos de un tercio de las calorías de la leche de vaca, la mitad de la grasa y muchas menos proteínas y carbohidratos.
Leche de macadamia
La leche de macadamia está compuesta principalmente por agua y un 3% de nueces de macadamia. Contiene entre 50 y 55 calorías, entre 4.5 y 5 gramos de grasa, entre 1 y 5 gramos de proteínas y 1 gramo de carbohidratos.
Leche de cáñamo
La leche de cáñamo se elabora con las semillas de la planta de cáñamo, Cannabis sativa. Las semillas de cáñamo contienen muy bajos niveles tetrahidrocannabinol (THC), la sustancia química responsable de los efectos de la marihuana que alteran la mente. Tiene un sabor ligeramente dulce a nuez y una textura acuosa.
Sus valores nutricionales son de entre 60 y 80 calorías, entre 4.5 y 8 gramos de grasa, entre 2 y 3 gramos de proteínas y entre 0 y 1 gramo de carbohidratos. Contiene una cantidad de grasa similar a la de la leche de vaca, pero aproximadamente la mitad de las calorías y proteínas.
Leche de quinua
Se elabora con agua y quinua. El grano entero de quinua es muy nutritivo, sin gluten y rico en proteínas de alta calidad. Es un tipo de leche nueva, lo que puede hacer que sea más difícil de conseguir y a un precio más alto.
Una taza contiene 70 calorías, 1 gramo de grasa, 2 gramos de proteínas y 12 gramos de carbohidratos.
Conclusión
Como pudimos revisar, la leche puede transformar completamente una taza de café, sin embargo, también podemos encontrar varias alternativas, en caso de que no podamos o queramos consumir leche de vaca.
Además, cada leche de origen natural tiene una información nutricional particular que se puede adaptar a las necesidades de cada uno. Estas leches no lácteas se han promocionado como más saludables, y como vemos no es necesariamente así en todos los casos. Esperamos que este blog te sirva de ayuda o guía para inclinarte por tu mejor opción o a explorar si no tienes ningún impedimento medico de la variedad de sabores que puede tener tu taza de café con leche.