Es común que las personas sientan ganas de ir al baño poco tiempo después de haber bebido una taza de café.
Si te ha pasado, debes saber qué eso es perfectamente normal, pues la cafeína tiene un efecto laxante natural.
Entonces, si quieres entender cómo la cafeína genera este efecto en tu sistema gastrointestinal, continúa leyendo.
Pero, antes de empezar, tal vez quieras revisar el artículo sobre ¿Puede el Café causar molestias en tu Estómago?
La cafeína y su acción laxante
La cafeína es el componente principal del café; así, esta sustancia causa múltiples efectos en nuestro cuerpo, una vez la hemos ingerido.
De esta forma, uno de los efectos de la cafeína que seguramente has notado, es el que tiene que ver con la motilidad intestinal.
Y, es que, de hecho, la cafeína es un laxante natural que, si bien, no es el más fuerte, ciertamente puede estimular el movimiento del intestino causado por las contracciones musculares.
Estas contracciones musculares del intestino se denominan peristaltismo y, sirven para movilizar los desechos que tendrán que salir del cuerpo.
Sin embargo, hay que mencionar que no todas las personas tienen la misma respuesta ante la ingesta de cafeína, ya que hay personas que no experimentan ningún efecto laxante.
Del mismo modo, el café contiene ácidos clorogénicos que son sustancias que pueden acelerar la digestión, al mismo tiempo que estimulan la producción de ácido gástrico.
Pero, a pesar de lo que hemos mencionado, el café no es el único responsable de las ganas de ir al baño.
Pues, los aditivos que se añaden al café, como es el caso de la leche entera, la crema y varios tipos de endulzantes también generan un efecto laxante.
¿Cómo el café actúa como laxante?
Varios estudios apoyan la teoría de que la cafeína tiene un efecto laxante.
De hecho, en un estudio del 2008, los investigadores proporcionaron a los participantes agua o cafeína en polvo disuelta en agua.
Posteriormente, realizaron una medición de la función anorrectal de los participantes por medio de una manometría, una prueba que mide la presión del músculo del esfínter anal y la reactividad del colon.
De esta manera, los resultados obtenidos sugirieron que la ingesta de cafeína condujo a contracciones más fuertes del esfínter anal, lo que se traduce en un mayor impulso por ir al baño.
Sin embargo, desde hace varias décadas se ha sugerido que existen otros factores causantes de la motilidad acelerada en el intestino.
El café y la producción de gastrina
Así, se ha descrito que, tanto el café con cafeína como el descafeinado estimulan la producción de una hormona llamada gastrina.
Esta hormona se encarga de indicarle al estómago que debe liberar ácido gástrico como parte del proceso de digestión.
Entonces, como la gastrina promueve la digestión, puede contribuir a que nuestras ansias por ir al baño aumenten después de haber tomado café.
El café y el impacto sobre el reflejo gastrocólico
El reflejo gastrocólico es una respuesta fisiológica en la que la llegada de comida al estómago vacío genera un aumento de los movimientos de toda la musculatura gastrointestinal
Entonces, la motilidad acelerada del tubo digestivo, en especial en el intestino delgado y en el colón, genera la urgencia de defecar inmediatamente después de comer.
Por lo tanto, beber una taza de café al desayuno puede ser suficiente para que queramos ir al baño.
Además, este reflejo es más reactivo por las mañanas; lo cual coincide con el momento en que muchos vamos por nuestra primera taza de café.
El pH ácido del café no solo afecta al estómago
El café puede estimular la motilidad intestinal, tanto por su contenido de cafeína, como por su naturaleza ácida.
De esta forma, se puede explicar por qué hay personas que experimentan molestias estomacales, tanto con el café descafeinado, como con el café tradicional.
Recordemos que ambos tipos de café, con y sin cafeína, contienen ácido clorogénico, que a su vez facilita el incremento de las concentraciones de ácido gástrico.
Entonces, ese aumento de ácido estomacal acelera la digestión y la motilidad intestinal, lo que se traduce en ¿adivina qué? Exacto, una nueva visita al baño.
Entonces, ¿El café produce diarrea?
Según el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales de los Estados Unidos, algunas de las causas más comunes de diarrea aguda incluyen:
- Infecciones virales, bacterianas o parasitarias.
- Efectos secundarios de los medicamentos.
- Una cirugía abdominal.
- El uso de medicamentos a largo plazo.
Aunque, en ningún momento mencionan al café como una de las causas principales de diarrea, lo que demuestra que el efecto laxante no lo sienten todos los que consumen esta bebida.
¿Los efectos laxantes del café nos afectan a todos por igual?
Según un estudio que cuenta ya con varias décadas, pero que aún sigue siendo válido, el 29% de los participantes experimentó una mayor necesidad de ir al baño dentro de los veinte minutos posteriores a la toma de café.
De esta forma, el 53% de todas las mujeres participantes sintieron el efecto laxante del café justo a los 20 minutos.
Sin embargo, cabe resaltar que, este efecto se explica en otro estudio en donde se señala que las mujeres son más propensas a desarrollar problemas digestivos, como el síndrome del intestino irritable, que los hombres.
Pero, ten en cuenta que, en el primer estudio también se encontraron personas que no sufrieron ninguna molestia gastrointestinal.
Además, los investigadores afirman que no está claro si el efecto laxante del café desaparece en aquellas personas que lo beben frecuentemente.
Es decir, aún no se sabe si beber café con regularidad te hace menos sensible a sus efectos gastrointestinales.
La leche y la crema también son responsables por las visitas al baño
El café por sí solo, es un alimento libre de aditivos y conservantes.
No obstante, la leche y la crema pueden estimular los movimientos intestinales, ya que contienen lactosa y, cerca del 65% de las personas en todo el mundo no pueden digerir este carbohidrato de forma adecuada.
La incapacidad de digerir la lactosa se conoce como intolerancia y, produce en quienes la padecen
síntomas, como:
- Hinchazón abdominal.
- Calambres estomacales.
- Diarrea,
poco después de consumir productos lácteos.
Entonces, si al efecto natural del café, sumas el efecto de la intolerancia a la lactosa, es probable que la acción laxante sea como mínimo, el doble de fuerte.
Eso explica, al menos en parte, el por qué muchas personas experimentan diarrea después de tomar café.
Además, se cree que las personas que padecen de Síndrome de intestino irritable pueden ser más susceptibles a los efectos del café, en especial si viene mezclado con aditivos.
¿Puede el café empeorar el síndrome de intestino irritable?
Existe evidencia de que las personas con síndrome del intestino irritable pueden tener un intestino más sensible y, por lo tanto, el efecto de la cafeína podría ser más pronunciado en ellas.
De esta forma, la cafeína puede conducir a la sobreexcitación del sistema nervioso, incluido el sistema nervioso unido a nuestro intestino.
Así, cuando el sistema nervioso intestinal está sobreestimulado, puede conducir a un aumento de las contracciones dentro del intestino grueso, lo que genera una sensación de calambre abdominal.
Además, las heces son más sueltas y por eso la sensación de evacuar es mucho más urgente.
Entonces, algunas personas que ya padecen Síndrome de intestino irritable tienen un colón sobreestimulado, al que el café y otras fuentes de cafeína podrían afectar aún más.
Sin embargo, hay muchas causas de intestino irritable y las personas reaccionan de manera diferente a sustancias como el café.
Por lo tanto, no todas las personas con intestino irritable tendrán un sistema nervioso intestinal sobreexcitado, por lo que puede que la cafeína no les cause ningún problema.
¿Qué puedes hacer para reducir los efectos del café en tu sistema digestivo?
En general, la Organización Mundial de la Salud recomienda que las personas limiten su consumo de cafeína a 400 mg al día, lo que equivale a 3 o 4 tazas.
Asimismo, se recomienda que las mujeres embarazadas no excedan los 200 mg de cafeína al día. Sin embargo, algunas personas pueden ser más sensibles que otras a los efectos de un café.
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No obstante, si eres una persona a quien el café no le sienta muy bien, puede que necesites ajustar tus hábitos de consumo, para tener una mejoría en tus síntomas.
Por eso aquí van unos consejos que puedes poner en práctica.
EL café que consumes importa
En 2014, un estudio sugirió que el café de tueste elevado producía menos ácidos estomacales que uno de tueste medio, debido a la menor presencia de cafeína en el producto final.
Recuerda que, al parecer, la cafeína es sensible al calor y, por lo tanto, a mayor temperatura se exponga a los granos, menor será la concentración de este alcaloide en el café.
De igual forma, el café de robusta tiene más cafeína que otras variedades como el café arábica o el café liberica
Esto es importante, sobre todo si consumes café instantáneo, pues la mayoría de las veces está elaborado a base de café robusta.
No tomes café con el estómago vacío
¿Te acuerdas del reflejo gastrocólico? Recuerda que el solo hecho de ingerir café será suficiente para aumentar la motilidad intestinal.
Pero, la acidez propia del café también puede acelerar tu visita al baño, pues aumentará la concentración de ácido gástrico, lo que también activará el proceso de digestión.
Así, lo más recomendable es que antes de beber tu café, te comas algo, ya que de esa forma reducirás las probabilidades de sentir molestias abdominales.
En lo posible bebe café negro sin ningún aditivo
Sabemos que el café sin azúcar no es para todo el mundo, pero ciertamente podría ayudar a que experimentes menos síntomas gastrointestinales.
Y es que, el azúcar también puede estimular el movimiento intestinal.
No obstante, si eres de los que necesita adicionarle dulce al café, podrías intentar con endulzantes naturales y ver cómo te va.
Y, si eres intolerante a la lactosa, también hay opciones para ti, como es el caso de la leche de soya y la de almendras, entre otras.
En resumen
No todo el mundo necesita ir al baño después de una taza de café, pero lo cierto es que esto puede ser bastante común.
Además, las personas que sufren de enfermedades como el Síndrome de intestino irritable, como aquellas que padecen intolerancia a la lactosa, pueden ser más propensas a experimentar molestias gastrointestinales después de beber café.
No obstante, recuerda siempre consultar con un médico antes de hacer cualquier cambio en el consumo de alimentos, especialmente si tienes alguna enfermedad de base.