La verdad sobre el café y las molestias estomacales

Seguramente alguna vez habrás escuchado a alguien decir que el café le causa gastritis o le cae mal a su estómago.

O tal vez incluso tú mismo hayas sentido alguna molestia digestiva después de beber café, pero, ¿Realmente el café causa molestias en el sistema digestivo?

Pues, según varios estudios científicos, al parecer no existe una relación de causalidad entre beber café y desarrollar molestias gastrointestinales.

Por eso, si quieres saber qué dice la evidencia científica, en este artículo te lo contamos.

El café y el tracto gastrointestinal

Existen varios estudios científicos que han analizado los efectos del consumo de café sobre el tracto gastrointestinal.

Y, en varios de ellos no se ha encontrado una evidencia clara que relacione el consumo de café con la aparición de molestias digestivas.

Así, un estudio publicado en 2001 en el que se investigaron los efectos del alcohol, el café y el tabaquismo en el sistema gastrointestinal en 500 personas adultas concluyó lo siguiente:

A pesar de que el 37% de los participantes consideraban al café como el causante de sus molestias gastrointestinales, no se identificó evidencia alguna de que el café produjera algún tipo de dispepsia (molestia intestinal).

Mientras, que sí se hallaron indicios de que tanto fumar como dejar de hacerlo produce dispepsia.

El café y el reflujo gastroesofágico

Por otra parte, el reflujo gastroesofágico, una enfermedad en la que el ácido estomacal tiene un flujo retrógrado hacia el esófago causando irritación y dolor abdominal, ha sido por mucho tiempo ligado al consumo de café.

Pero, de nuevo, varios estudios científicos no han encontrado evidencia de que sea el café el causante de este padecimiento.

Por ejemplo, en este estudio del 2004 realizado en Noruega y que involucró a 3.153 pacientes y 40.210 controles, se analizó la relación entre, el reflujo y diversos aspectos del estilo de vida de los participantes.

De esta manera, los investigadores señalaron que, hábitos como el consumo de café y una alta ingesta de sodio (sal de mesa) en la dieta, tuvieron un mayor impacto en el desarrollo del reflujo gastroesofágico, que el consumo de café.

Por su parte, en un metaanálisis del 2006 en el que se analizaron 16 estudios sobre el reflujo gastroesofágico, se evidenció que la modificación de los hábitos alimenticios, incluido el consumo de café, no afectó los síntomas del reflujo gastroesofágico.

Es decir que, al parecer las personas que suspendieron el consumo de café no presentaron mejoría de su sintomatología.

Un resultado similar fue el que se encontró en otro metaanálisis del 2013, en donde no se pudo establecer una correlación directa entre la ingesta de café y el reflujo.

El café y la aparición de úlcera péptida

De acuerdo con la definición proporcionada por la Clínica Mayo de los Estados Unidos, una úlcera péptica es una llaga abierta que aparece en el revestimiento interno del estómago y la parte superior del intestino delgado.

Estás úlceras se manifiestan con dolor de estómago.

Por su parte, la evidencia científica frente al papel del café en la aparición de estas heridas parece no estar del todo clara, pues por mucho tiempo se consideró que el café podría inducir su aparición.

Sin embargo, en la actualidad existe evidencia que sugiere que de hecho no es así.

Así, una investigación realizada en Dinamarca en 2003 evaluó los factores de riesgo para desarrollar úlceras pépticas en 2.416 adultos.

Y, a partir del análisis de los datos los investigadores concluyeron que, la existencia de la bacteria H. pylori, el consumo de tabaco y el uso de tranquilizantes son factores de riesgo para desarrollar las úlceras.

Mientras que el consumo de café no se asoció al desarrollo de estas lesiones.

Asimismo, en otro estudio de 2013 en el que participaron 8.013 sujetos sanos en Japón tampoco se evidenció una asociación entre el consumo de café y las úlceras pépticas.

El café y la gastritis

La aparición de la gastritis, un grupo de varias enfermedades que causan la inflamación del revestimiento del estómago, tampoco se ha asociado al consumo del café.

De hecho, en los 2 últimos artículos mencionados, se documenta que no hay evidencia de que el café influya en el desarrollo de la gastritis.

No obstante, los investigadores resaltan que, los pacientes que sufren gastritis dolorosa, a menudo optan por evitar ciertos alimentos o bebidas si experimentan molestias, y el autocontrol es común.

Esto quiere decir, que muchas veces las personas que experimentan esta enfermedad asumen que es el café el que está produciendo el dolor abdominal, pero no hay pruebas que confirmen este hecho.

El café y el cáncer estomacal

Hasta el momento, no hay ninguna prueba que sugiera un vínculo entre el consumo de café y el riesgo de desarrollar cáncer de estómago.

De hecho, en 2016 el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer ejecutó una revisión de toda la evidencia científica disponible hasta ese momento.

Y, no encontró una asociación clara entre la ingesta de café y el desarrollo de cáncer en algún sitio del cuerpo, incluido el estómago.

De igual forma, una revisión sistemática de 2015 y un metaanálisis de 23 estudios no encontró asociación entre el consumo de café y el desarrollo de cáncer de estómago.

Asimismo, los hallazgos encontrados en un metaanálisis de 2011 sugieren que el consumo total de café, ya fuese con cafeína o sin ella, no estaban asociados con el riesgo general de padecer cáncer gástrico.

Sin embargo, los investigadores señalaron que, si bien, no había evidencia de que el consumo en exceso de café tradicional (con cafeína), como de café descafeinado causara cáncer, sí podía incrementar el riesgo de su aparición.

La acidez del café

El café contiene varios tipos de ácidos, pero hasta ahora, no existe una evidencia concluyente de que sean causantes de alguna molestia estomacal por sí solos.

Recuerda también que la potencia de los ácidos se mide de acuerdo a la escala de pH. De esta forma,

cuanto más bajo es el pH, más ácida es una sustancia.

Así, por ejemplo, tenemos que el ácido de nuestro estómago puede tener un pH que oscila entre 1 y 1,5 de pH cuando estamos en ayunas.

Y conforme comemos el pH del ácido puede llegar hasta 5.

Por su parte, según este estudio, diferentes tipos de café tienen diferentes niveles de acidez. Es así que la acidez del café se puede encontrar en un rango entre 4.85 y 5.13 en la escala de pH.

Asimismo, los investigadores de este estudio sugieren que el café preparado en caliente tiene mayores cantidades de ácido que el café preparado en frío.

Por otra parte, se ha visto que ciertas variedades de café contienen una menor concentración de ácido que otras y, se cree que la diferencia podría deberse tanto:

  • Al lugar en que se cultiva el café,
  • Como a los procesos de secado a los que se han expuesto los granos.

El ácido estomacal

Al parecer, no es el ácido en el café el culpable de las molestias estomacales, sino el mismo ácido en el estómago.

Así, un estudio del 2016 encontró que, aunque beber café aumentó la cantidad de ácido en el estómago, no se encontró evidencia alguna de que el consumo de esta bebida produjera, ni indigestión ni problemas intestinales en los participantes.

No todo son buenas noticias para los amantes del café

Cómo ya hemos visto, en la actualidad parece no haber evidencia suficiente que sustente el argumento de que el café causa molestias estomacales, como la gastritis o el reflujo gastroesofágico.

Sin embargo, sí hay que decir que no es una buena idea consumir café si ya se están experimentando síntomas de reflujo o gastritis; veamos por qué.

La cafeína es la sustancia que “hace la magia” en tu cuerpo cada vez que bebes café. De esta forma, es este alcaloide el que hace que sientas más energía y te sientas más concentrado.

Pero, la cafeína también puede causar diversas molestias en tu cuerpo, sobre todo si te excedes con su consumo o si eres particularmente sensible a ella.

La cafeína en tu cuerpo

El café, puede afectar fuertemente el estómago, pues se ha demostrado que la cafeína causa contracciones frecuentes en el tracto digestivo.

De igual forma, la cafeína genera un incremento en la acidez del estómago debido a que estimula la producción de ácido en este órgano.

Y ese es un problema, en especial si ya cursas con un episodio de reflujo gastroesofágico o gastritis, ya que la cafeína ayudará a que tus síntomas empeoren.

El deterioro en la producción de moco en el estómago

Por otra parte, usualmente las bebidas que tienen cafeína poseen un pH ácido.

Entonces, las personas que beben alcohol con frecuencia, así como aquellas que consumen tabaco y/o toman muchos medicamentos antiinflamatorios, están particularmente expuestas a los efectos del ácido gástrico.

Esto se debe a que su estómago no produce una sustancia llamada moco que lo protege de la acción de su propio ácido.

Por lo tanto, el consumo de cafeína puede agravar aún más el efecto del ácido, pues aumenta la cantidad de esta sustancia, en un estómago que no tiene la capacidad de protegerse de su acción. 

¿Qué hacer si tu estómago se resiente con el café?

Recuerda que, si estás sufriendo un ataque de gastritis o reflujo, lo mejor es que no consumas ninguna bebida.

Por el contrario, si alguna que otra vez, sientes que el café no le sienta muy bien a tu estómago, no te preocupes, pues hay una serie de cosas que puedes hacer para evitar esas molestias.

No bebas café en ayunas

Cuando el estómago está vacío, es también cuando el pH del ácido está más bajo, es decir, es el momento en donde es más potente.

Entonces, si bebes café, estarás adicionando cafeína, una sustancia que hará que el ácido estomacal aumenta su concentración, lo que podría contribuir a que sientas ardor en el estómago.

Por eso, lo más recomendable es que antes de beber la primera taza de café del día, comas algo primero, ya que de esa forma el pH del ácido se incrementará, por lo que habrá menos posibilidades de que sufras acidez estomacal.

Escoge un café con alto tueste

Una investigación mostró que los granos de café que se someten a un tueste alto, es decir, aquellos granos que se tuestan por más tiempo y a mayor temperatura, tienen un contenido menor de ácidos.

Por lo tanto, si lo que estás buscando es un café menos ácido, debes escoger granos con mayor tueste.

Prefiere el café en frío

Otra investigación indica que, al parecer el café preparado en frío tiene una menor concentración de ácidos que el café preparado en caliente.

Por lo que puede ser bueno para ti, si tienes un estómago sensible.

La variedad del café también importa

El café de la variante arábica es el que mayor concentración de acidez tiene, al menos entre las variedades más comerciales.

Así, quizás te convenga probar otras variedades como el café de robusta o el café liberica.

Evita los aditivos

Hay personas que prefieren adicionar crema, o leche su café preferido.

Sin embargo, si eres una persona que sufre por ejemplo de intolerancia a la lactosa, puede que beber el café con estas adiciones no le siente bien a tu intestino.

Por eso, podría ser bueno que consideres otra fuente de “leche” como la leche de soya o la de almendras que, ayudarán a que puedas digerir mejor el café.

¿El café descafeinado es una opción?

En términos generales, el café descafeinado podría ayudar.

Pues, al tener una concentración de cafeína mucho menor que la del café tradicional, causará una subida menor en la concentración de ácido en el estómago.

En resumen

Si bien, no existe una evidencia concluyente de que el café sea el causante de varias molestias estomacales como muchas personas sugieren, lo cierto es que la cafeína, sí puede agravar varias enfermedades como la gastritis o el reflujo gastroesofágico.

Por eso, como siempre, te recomendamos seguir únicamente las indicaciones de tu médico de cabecera respecto al consumo de café o cualquier otra sustancia por inocua que parezca.

Pues, es tu médico quien sabe cuál es tu estado de salud actual, y tus factores de riesgo para desarrollar enfermedades.

Por lo tanto, está en mejor posición para indicar cuáles pueden ser los mejores hábitos de consumo del café y otras bebidas, especialmente si ya tienes el diagnóstico de algún problema gastrointestinal. 

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