El Capuchino: Un Café con mucha Historia

Una de las preparaciones más populares del café, es el capuchino. Esto se debe a su suave sabor, apto para todos los gustos.

Pero, ¿Alguna vez te has preguntado sobre el origen de esta receta? Si es así, no busques más, porque a continuación, te contaremos la historia de esta deliciosa bebida. 

Antecedentes históricos del capuchino

Quizás el nombre Marco d’Aviano no te diga mucho, pero sin duda fue una figura crucial en el origen de la bebida que hoy conocemos como capuchino.

Y es que, a finales del siglo XVII, el imperio turco otomano buscaba conquistar tierras en el centro de Europa, más exactamente en Viena, Austria.

Así, luego de una gran batalla, los austriacos y sus aliados católicos salieron victoriosos, lo que supuso el fin de la expansión del islam en Europa; por lo que te podrás imaginar la fiesta que los católicos hicieron.

Aquí, es donde cobra importancia Marco d’Aviano, ya que fue ese monje franciscano quien reunió a las fuerzas católicas para que lucharan contra los turcos.

Por su parte, los monjes, estrechamente relacionados con los frailes franciscanos, no solían llevar la capucha en sus hábitos, motivo por el que los italianos los llamaban, “scappuccini” o, “los sin capucha”.

Después, conforme avanzó el tiempo la palabra fue evolucionando hasta que se convirtió en capuchino a “secas”

La primera mención histórica del “cappuccino”

La historia dice que, tras la retirada de los turcos, estos tuvieron que dejar muchas de sus pertenencias atrás, entre las que se encontraban varios bultos llenos de granos de café.

De esta forma, los ganadores decidieron preparar la bebida en un acto de celebración. Sin embargo, a nadie le gustó el fuerte sabor amargo del café.

Entonces, hay varias versiones respecto a lo que pasó después, pero, son 2 las más conocidas.

En primer lugar, se dice que el mismo D’Aviano decidió añadir leche y azúcar al café, con lo cual el sabor de la bebida mejoró mucho y les agradó a todos.

Por lo que, en gratitud los soldados decidieron llamar “cappuccino” a la bebida, en honor al color rojo-marrón de la túnica con capucha que portaba el monje, así como todos los franciscanos.

Por otra parte, una versión diferente afirma que fueron los soldados quienes crearon la bebida, pero que en honor al liderazgo de la congregación franciscana (encabezada por d’Aviano) decidieron llamarla “cappuccino”.

¿Cuál es la versión real?, A decir verdad, nadie lo sabe con certeza, solo se sabe que Marco D’Aviano fue crucial en la invención de esta bebida.

El “kapuziner” podría ser el verdadero origen del actual capuchino

Muchos historiadores afirman que el capuchino proviene de Viena y su precursor es una preparación conocida como “el kapuziner”.

Así, la receta original del kapuziner incluía café negro, al que se le adicionaba azúcar, yemas de huevo y crema.

Pero, con el paso del tiempo la receta evolucionó y fue más común utilizar crema para obtener el color rojo-marrón típico de la mezcla.

Los cambios del Kapuziner

Ya en el siglo XIX, la variedad de recetas creció en los cafés de Viena; de hecho, era común que los kapuziner incluyeran especias aparte del azúcar y la crema.

Fue así que el kapuziner se convirtió en el favorito de los austriacos. De esa manera, el café se popularizó tanto en el país que, en poco tiempo ya era conocido en Europa y después en el mundo.

Así fue como el kapuziner empezó a ser llamado como “café al estilo de Viena” y, aunque había diferentes recetas e ingredientes, los elementos infaltables en esta preparación eran:

  •  Un café negro con bastante crema al que se le agregaba crema batida y azúcar.

Así, el auténtico kapuziner continúa preparándose con café filtrado a mano (aunque también se puede hacer con espresso).

Además, en Austria el término Kapuziner se ha usado desde finales del siglo XVII y principios del XVIII.

La palabra capuchino es relativamente nueva

El capuchino moderno, apareció por primera vez en la región norte de Italia en la década de 1930.

Y en sus inicios se preparaba como un café vienés, es decir, con una crema batida que se espolvoreaba con canela o chocolate.

Posteriormente, surgió la variante que traía leche vaporizada, gracias al uso de las máquinas de espresso, que, por cierto, solo se volvieron asequibles para el público en la década de 1950.

De esta forma, las personas empezaron a preparar capuchino a base de espresso en lugar de café estándar.

Italia y el impulso del espresso

Como hemos visto el capuchino no podría existir (al menos en la actualidad) sin el espresso, pero, aunque esta bebida tiene una clara influencia austriaca, lo cierto es que los italianos también han aportado a esta preparación.

Es así que gracias a la invención de la máquina de espresso, esta bebida se popularizó en todo el mundo, lo que ayudó a la expansión y masificación de preparaciones como el capuchino.

Y es que, la máquina de espresso permitió la extracción de café a alta presión, lo que crea una fina capa de espuma en la parte superior de la bebida.

Esto último se debe a la combinación entre las burbujas de dióxido de carbono (CO2) con los aceites naturales presentes en los granos de café.

Entonces, en un principio se pensó que esa capa de espuma podría no gustarles a los amantes del café.

La importancia de la máquina de espresso en la preparación del capuchino

Pero, quienes comercializaban las máquinas de espresso ingeniaron toda una campaña de mercadeo en la que aseguraban que, de hecho, la espuma sobre el café era un sinónimo de la calidad de la bebida.

De esta forma, gracias a las máquinas de espresso, el café que se obtenía presentaba una consistencia más aceitosa que no podía ser emulada con los métodos de filtración manuales.

Así, esa consistencia aceitosa era lo que brindaba una sensación única en la boca.

Por lo tanto, muchos expertos del café aseguran que lo esencial de un buen capuchino es tener un excelente espresso como base.

A su vez, la invención de la varita espumante de la máquina de espresso, expandió la forma en que se podía preparar el café.

Es así que se dice que sin espresso no habría capuchino.

Particularidades del capuchino en Italia

Si bien, las primeras máquinas de espresso eran caras y engorrosas de usar, al final de la Segunda Guerra Mundial, estos utensilios se volvieron menos costosos y más ampliamente disponibles.

De hecho, fue tanta la popularidad de las máquinas de espresso, que pronto el capuchino se convirtió en una bebida de elección para los italianos, especialmente en el desayuno.

Y es que, para los italianos el desayuno es una comida simple que generalmente consiste en una porción de pastel o alguna comida dulce.

Sin embargo, en la cultura italiana tradicionalmente no se consume ningún tipo de lácteo después del desayuno, pues se cree que la leche impide la digestión de las comidas grandes.

Entonces, como resultado, los capuchinos rara vez se sirven después de las 10:00 u 11:00 de la mañana, momento en que se acerca el almuerzo que generalmente es una comida copiosa.

De hecho, en muchas cafeterías italianas, las ollas de metal que se utilizan para calentar la leche al vapor se guardan a última hora de la mañana,

Así, a los turistas se les aconseja que en vez de un capuchino mejor opten por un espresso simple en su lugar.

La expansión mundial de capuchino

Uno de los primeros lugares fuera de Italia en donde el capuchino tuvo gran aceptación fue en el Reino Unido, ya que los británicos acostumbraban a mezclar el café y la leche a toda hora (quizás por la cultura del té).

A su vez, los estadounidenses conocieron el capuchino en los restaurantes italianos presentes en todo el país, pero especialmente en la ciudad de Nueva York.

Pero, fueron las grandes cadenas de café las que más popularizaron el capuchino en la década de 1980.

¿Qué diferencia hay entre un latte y un capuchino?

A simple vista tanto el latte, como el capuchino parecen ser muy similares, especialmente porque estas bebidas se basan en 3 ingredientes:

  • Café espresso con espuma
  • Leche hervida y al vapor
  • Endulzante (usualmente azúcar).

Sin embargo, la diferencia fundamental entre estas bebidas es la cantidad de leche que llevan.

Así, encontramos que un latte es un café que consiste en un espresso sencillo al que se agrega leche al caliente, lo que produce una fina capa de espuma encima.

Es decir, esta preparación tiene más leche, pero menos espuma que un capuchino.

Además, la diferencia entre un capuchino y un latte radica en la manera en que se calienta la leche al vapor.

Entonces, tenemos que, para elaborar un capuchino, se necesita añadir vapor a la leche, y esto se hace usualmente con la varita de la máquina de espresso.

De esta forma, se busca que el vapor se añada a la leche lo más cerca de la superficie del líquido como sea posible para crear más espuma.

En contraste, para obtener un latte (con máquina de espresso) la idea es que la varita quede debajo de la superficie de la leche, ya que de esa manera el líquido toma una consistencia más ligera y menos espumosa.

Capuchino y macchiato, ¿Son lo mismo?

En este caso los 3 ingredientes primordiales no cambian (espresso con crema, leche y azúcar).

No obstante, la diferencia entre estas 2 preparaciones es la leche.

Así, el macchiato (“manchado” en italiano) lleva una cantidad pequeña de leche, por lo que apenas “mancha” al espresso, mientras que el capuchino lleva una mayor cantidad del lácteo,

Así, la leche puede representar de un 30 a un 40% del total del capuchino.

Mientras que la proporción de leche en el macchiato no debe superar el 10% del total de la bebida.

¿Y qué pasa con el mocachino? 

Al igual que ocurre con las otras preparaciones mencionadas, el mocachino y el capuchino comparten, tanto el café, la leche y la espuma como sus ingredientes principales.

No obstante, el mocachino contiene chocolate, ya sea en forma de jarabe o en polvo.

De esta forma, es común que algunos puristas del café no consideren al mocachino como un verdadero café, sino más bien como un postre elaborado a base de café moca.

Y es que, hoy en día hay muchas variaciones de la receta del mocachino, por lo que es posible encontrar muchos ingredientes adicionales, como:

  • Canela.
  • Nuez moscada.
  • Vainilla.
  • Crema batida,

entre otros.

Algunos tipos de capuchino comunes

Variedades del capuchino

En resumen

Entonces, como has visto, el capuchino no solo tiene una gran historia, sino que es una bebida muy versátil que se puede preparar de múltiples maneras.

Pero recuerda, lo más importante para obtener un buen capuchino se resume en 3 aspectos claves:

  • Un café espresso (idealmente uno doble) con mucha crema, como la base de la preparación.
  • Leche hervida al vapor.
  • Y tú endulzante favorito,

Sin embrago, tu eres quien decide qué otros ingredientes extra quieres agregar. Así que tu imaginación es el límite con esta receta.

¿Y a ti, cuál es la preparación de capuchino que más te gusta?