La Molienda: El Secreto detrás de un Buen Café

Si sueles buscar recetas acerca de cómo preparar el mejor café, de seguro habrás notado que casi siempre se recomienda moler el café en casa.

Pero, ¿A qué se debe esta recomendación?

Pues, verás, existen distintos grosores de molienda o molido de café que influyen directamente en el sabor final de la bebida.

Por eso, si quieres saber más sobre este importante paso en la elaboración de un buen café, continúa leyendo.

¿Qué es la molienda y por qué es importante?

La molienda del café hace referencia al proceso mediante el cual se trituran los granos de café en grados variables, fino, medio, o grueso, con el fin de facilitar la extracción.

Y es que, según el renombrado chef británico Gordon Ramsey, independientemente de cuál sea el método de preparación del café, lo más importante es la extracción de los posos.

Esto porque según el experto, entre más fina sea la molienda de los granos, mayor será el área de superficie expuesta de los posos, lo que resultará en una extracción más rápida.

Por esa razón, el café para máquinas de espresso tiene una molienda muy fina, pues el agua de la máquina pasa muy rápidamente a alta presión a través de los posos.

Entonces, si el café tiene una molienda fina hay mayor probabilidad de que el agua impregne toda la superficie del café.

En cambio, para la preparación en frío se recomienda utilizar una molienda gruesa, ya que permite que la extracción se asiente con el agua durante varias horas.

¿Por qué deberías moler el café tú mismo?

 En general, las personas compran café premolido por la practicidad que representa.

Sin embargo, la razón principal por la cual se recomienda moler el café en casa es que los granos enteros tienen una vida útil más larga que el café molido.

Así, los granos enteros tostados contienen dióxido de carbono (CO2), que evita la oxidación y el estancamiento; por lo que pueden mantenerse durante aproximadamente dos semanas a temperatura ambiente.

No obstante, una vez que son molidos, una mayor parte de la superficie de los granos se expone al oxígeno, lo que resulta en una pérdida del sabor de los mismos.

De esta forma, el café molido solo se mantiene fresco unos pocos días. Así que, si piensas comprar el café premolido, lo mejor es que lo adquieras en pequeñas cantidades.

El tamaño de la molienda influye en el sabor del café

En un principio, seleccionar el tamaño correcto de la molienda puede resultar algo complicado.

Sin embargo, moler el café correctamente, hace una gran diferencia.

Y es que, a medida que el café entra en contacto con el agua, salen diversos tipos de sabores en diferentes momentos.

Así, en primer lugar, aparecen los sabores ácidos que luego les dan paso a los sabores amargos y, posteriormente, surgen las notas dulces.

Por otra parte, la forma en que prepares tu café y, por lo tanto, el tiempo que el agua esté en contacto con los posos, determinarán el tamaño específico de molienda que necesitas.

Molienda gruesa

De esta forma, si deseas preparar café por inmersión con una prensa francesa, lo más indicado es que utilices una molienda gruesa, ya que el agua tendrá contacto con el café por alrededor de 4 minutos.

Eso es un tiempo considerable, por lo que la extracción será lenta.

Molienda fina

En contraste, con el café para un espresso hay que tener en cuenta lo siguiente:

Si pones un café espresso con una molienda demasiado fina, las partículas pequeñas se extraerán en exceso, lo que hará que la bebida final tenga un sabor demasiado amargo.

Además, debes tener en mente que, si tu máquina de espresso es de aquellas en las que el agua está en contacto con el café durante un tiempo muy corto, (aproximadamente 30 segundos o menos), necesitará un café muy finamente molido para obtener un buen sabor.

De lo contrario, si la molienda es demasiado gruesa, el agua se precipitará, causando que la extracción sea menor, por lo que el café tendrá un sabor predominantemente ácido que no será nada agradable.

¿Qué molino elegir?

Ahora que sabes cual es la importancia del molido de café, vamos a revisar qué tipos de molinos existen, así como sus ventajas y desventajas.

Molino de cuchillas

El molinillo de cuchillas es el tipo más común y asequible que hay en el mercado.

Así, este aparato funciona cortando los granos de café con una cuchilla, al estilo de un procesador de alimentos.

El principal problema de este tipo de molino es que muele el café de manera desigual.

Por eso, es muy probable que obtengas partículas grandes y pequeñas en la misma molienda; por lo que tendrás una taza de café inconsistente.

Por lo tanto, ten presente que, con un molinillo de cuchilla, puede ser difícil obtener los mismos resultados todos los días.

Además, la fricción de las cuchillas con el café crea calor, lo que puede dañar el sabor de los granos.

Molinillo de muelas

Este tipo de molinillo utiliza discos de metal llamados “muelas” que aprisionan a los granos de café y luego los trituran.

Lo bueno de estos molinillos es que producen una consistencia más uniforme, ya que el espacio entre los discos determina el tamaño de las partículas salientes.

Por su parte, existen varias versiones de este tipo de molinillo:

  • El molinillo manual, cuya forma se asemeja a la de un molino de pimienta de manivela.
  • El molinillo eléctrico de discos planos, muy común en el sector comercial y, su versión menos potente pensada para uso casero.

Por su parte, entre los molinillos de muelas eléctricas hay 2 grandes clases; el molinillo de muelas cónicas y el de cabeza plana.

Molinillo de muelas cónicas

Este es el tipo de molinillo más popular en las tiendas de café, aunque, si tienes los medios, puede ser una excelente opción para un entorno casero.

De esta forma, este utensilio funciona con un motor de bajas revoluciones que evita que la unidad se caliente.

Asimismo, los discos cónicos muelen el café a la perfección.

Otra ventaja importante de este tipo de molino es que permite un mayor control sobre las moliendas, ya sea desde una gruesa, hasta un café molido turco (la molienda más fina).

No obstante, su principal problema radica en el precio, pues son más costosos, pero los resultados que arroja justifican la inversión.

Molinillo de muelas de cabeza plana

En general, este molino funciona de forma similar al molinillo cónico, pero su motor es más potente, por lo que se suele utilizar más en entornos industriales, por lo que su precio es más elevado.

Molinos de café manuales

Esta es la opción más económica si quieres asegurarte de moler tu café aun cuando no haya suministro de energía.

En general, esta es una muy buena herramienta que permite obtener una molienda bastante precisa.

Además, como no hay ningún motor, no existe el riesgo de que las cuchillas se recalienten y, así mismo lo haga el café.

Sin embargo, el inconveniente de este tipo de molinillos es que se necesita mucho trabajo para moler una porción pequeña de café.

Eso sí, si quieres hacer algo de ejercicio de miembros superiores, este molinillo es el indicado para ti, pues los granos de café son duros y resistentes. 

Aclaración

Si bien, no es necesario que adquieras un molinillo de uso industrial o profesional, sí debes pensar en diferentes variables para determinar cuál puede ser el molinillo que necesitas.

Así, piensa en cuántas veces en el día preparas café.

Pues, si eres alguien que solo elabora su café en las mañanas y el resto del día, o no bebes más o, lo compras ya preparado, realmente no es necesario que compres un molinillo de muelas.

Quizás, por cuestiones de tiempo y practicidad, sea conveniente que adquieras un molinillo de cuchillas, pues es económico y rápido.

Sin embargo, si eres un verdadero apasionado por el café y lo preparas varias veces, puede ser que el molinillo de muelas cónicas sea lo tuyo.

Por otra parte, hay quienes prefieren moler su café a mano, ya que afirman que el método manual es el más eficaz, (aunque no es eficiente).

Por lo tanto, basándote en lo anterior, ¿Cuál crees que sea el molinillo indicado para ti?

Tipos de molienda

La molienda es el tamaño deseado al que se muele el café, ya sea gruesa, como granos de arena, hasta un franco polvo de café.

A continuación, describiremos los tipos de molienda que hay, para que los tengas presentes al momento de elaborar tu café.

Molienda gruesa

Esta es la molienda en donde los granos tienen el mayor tamaño.

Para que te hagas una idea del tamaño de los granos, piensa en migas de pan.

Entonces, esta molienda es la más indicada cuando se desea que el café tenga una extracción lenta, es decir, cuando se prepara café y se deja que el agua tenga un contacto más prolongado con los posos.

Molienda media

El tamaño de esta molienda es similar al de los gránulos de azúcar. Este tipo de molienda es más utilizado en el café premolido.

Además, la molienda media es ideal para preparar café en sistemas de goteo, ya que el agua debe estar en contacto unos pocos segundos.

Molienda fina

Esta es la molienda clásica del espresso, pues es perfecta para las máquinas, aunque también se puede usar en:

  • Cafeteras eléctricas.
  • Cafeteras de goteo.
  • Preparación de café filtrado.

Por el contrario, no se recomienda utilizar la molienda fina cuando se va a preparar café por inmersión, puesto que los posos dejarán mucho sedimento en el vaso.

Molienda extrafina

Esta molienda se caracteriza porque el café queda hecho polvo (literalmente). De hecho, la textura es prácticamente la misma que la de la harina de trigo.

A esta molienda también se le conoce como molienda turca porque es la que se utiliza para elaborar el café turco, que se deja cocinar y luego se hierve durante unos minutos para extraer todo el sabor.

Para que no se te olvide

En la siguiente gráfica te mostramos un pequeño resumen sobre cuáles son las moliendas del café y cómo debes emplearlas según el tipo de preparación que deseas elaborar. 

La molienda del café

Evita estos errores y podrás moler café como un profesional

En sí mismo, el proceso de moler no es complicado, especialmente si ya cuentas con un molinillo eléctrico.

Sin embargo, existen varios factores a considerar si quieres sacar el mayor provecho de tu café molido.

Escoge granos de calidad

Cuando los granos de café se han tostado en exceso, adquieren una coloración oscura y brillante.

De esta forma, los granos producen una bebida con un sabor fuerte y amargo.

Por otro lado, los tostados medianos ofrecen un sabor suave y los granos son de color claro.

Por lo tanto, si no cuentas con un café de buena calidad, la molienda no cambiará el mal sabor de la bebida.

No muelas el café demasiado pronto

Algunos baristas aseguran que lo más recomendable al momento de moler el café, es esperar a que el agua esté lista.

De esa forma, el café estará recién molido y, por lo tanto, los aceites estarán más expuestos al momento de la extracción.

Así, tendrás el mejor sabor en la taza.

Ten presente la cantidad exacta de café que vas a utilizar

Si no mides bien, es probable que termines por desperdiciar el café.

Entonces, lo que puedes hacer es determinar tu consumo diario para que solo muelas el café necesario.

Puede ser algo tedioso en un principio, pero con el tiempo verás que ahorras café y al mismo tiempo el proceso de molido se vuelve más eficiente.

Cuidado con la cantidad de agua que utilizas

La cantidad de agua que utilizas al preparar tu café es muy importante en el resultado final, ya que, si usas demasiada, la bebida tendrá un sabor débil.

Sin embargo, si el agua no es suficiente, puede limitar el tiempo de extracción, por lo que el café tendrá un sabor ácido.

Para evitar cualquiera de estos 2 escenarios, emplea 2 cucharadas colmadas de café por cada taza que vayas a preparar.

Así, tendrás un punto de referencia con el cual podrás calibrar cuál es la proporción que más se adecúa a tus gustos. 

En resumen

La molienda del café es un proceso importante en la elaboración de la bebida, porque influye en la extracción de los sabores.

Sin embargo, es necesario asegurarse de contar con granos de buena calidad que gocen de un tostado balanceado, para obtener una bebida de excelente sabor.

Además, si bien es posible comprar el café premolido, lo cierto es que, si eres un verdadero amante del café, de seguro disfrutarás del olor de unos granos recién molidos casi tanto como la bebida que producen.

Entonces, ¿Eres de los que compra el café premolido o, por el contrario, no puedes vivir sin tu fiel molinillo?

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