Si tu Orina huele a Café No te alarmes

La orina es un líquido producido por los riñones, que sirve para eliminar los productos de desecho que están en la sangre.

Pero, aunque la orina tiene un olor distintivo que en algunos casos puede cambiar por la presencia de algunas enfermedades, también es cierto que el aroma puede variar por la ingesta de algunos alimentos o medicamentos.  

Y, el café es uno de esos alimentos que puede alterar el olor de nuestra orina; por eso si quieres saber el porqué de esta situación, continúa leyendo.

¿Por qué la orina huele a café?

Si bien, hay diferentes razones por las cuales el olor de la orina puede cambiar, debes tener en cuenta que probablemente si tu orina empieza a oler a café es porque sencillamente estás bebiendo demasiado.

Y, es que el café contiene varios compuestos como los polifenoles que además de aportar varios beneficios para la salud, también le dan un olor característico a la bebida.

Entonces, cuando estos compuestos se descomponen en el cuerpo, se convierten en productos de desecho llamados metabolitos y, algunos se liberan en la orina.

De esta forma, estos metabolitos hacen que la orina huela a café.

Pero, además, el café está compuesto en su mayoría por la cafeína, sustancia que aparte de los efectos estimulantes que tiene sobre el sistema nervioso central, también se considera como un diurético débil.

Eso significa que la cafeína presente en el café tiene la capacidad de hacer que orinemos más.

Por lo tanto, si bebes grandes cantidades de café puede que sufras una deshidratación leve y en ese caso tu orina se concentre más, lo que puede hacer que el olor de los metabolitos sea más notable.

Por eso, para evitar la micción excesiva causada por la ingesta exagerada de café, puedes regirte por las recomendaciones de la Clínica Mayo o la OMS.

Así, ambas instituciones recomiendan limitar la ingesta de cafeína diaria a 400 miligramos, que es el equivalente a 4 tazas medianas de café negro.

Sin embargo, si eres una persona que ingiere una dosis mayor de cafeína al día (ya sea por tomar café, té o algún medicamento), lo mejor es que te mantengas hidratado y consumir agua, frutas y verduras.

¿Cómo sé si estoy bebiendo demasiado café?

Al igual que pasa con otras sustancias, la cafeína también puede causar toxicidad en nuestro cuerpo si ingerimos cantidades excesivas.

Así, es posible tener una sobredosis de cafeína, aunque hay que decir que ese no es un fenómeno común.

No obstante, debes prestar mucha atención si comienzas a experimentar algunos de los siguientes síntomas después de que hayas ingerido grandes cantidades de cafeína (así tu creas que es poco).

Ya que, pueden indicar que, en efecto, estás sufriendo una sobredosis. De esta forma, si experimentas:

  • Dolor de cabeza crónico (varios días, semanas o incluso meses).
  • Insomnio constante.
  • Irritabilidad.
  • Confusión o desorientación.
  • Temblores.
  • Dolor súbito en el pecho. 
  • Palpitaciones (taquicardia).
  • Dificultad para respirar.
  • Alucinaciones
  • Convulsiones,

Debes  buscar atención médica tan pronto como sea posible.

Haz esto para evitar que la orina huela a café

La recomendación más obvia es que disminuyas la cantidad de cafeína que consumes a diario.

Pero si eres alguien que consume altas dosis de cafeína, reducir la ingesta de esta sustancia de manera abrupta no es una buena idea, pues eso podría causarte una abstinencia de cafeína, lo cual no es ideal.

Entonces, si vas a disminuir la cantidad de cafeína que ingieres, lo mejor es que lo hagas de forma progresiva, es decir “poco a poco”.

Reduce el café que tomas al día de forma progresiva

Supongamos que tu bebes 8 tazas de café al día (lo cual es bastante), entonces, en ese caso algo que puede ayudarte es quitar 1 taza de café por semana.

De forma que en la primera semana consumas 7 tazas de café. Luego, en la segunda semana puedes reducir el número a 6 tazas.

Continúa así hasta que llegues a la dosis recomendada, es decir máximo 4 tazas al día.

Bebe agua

A medida que vayas bebiendo menos café también puedes aumentar tu ingesta de agua. Así, siempre estarás hidratado y podrás alejar el olor a café de la orina.

Por otra parte, otro uso que le puedes dar al agua es el de rendir tu café.

Así, puedes beber el café como más te guste y al mismo tiempo, podrás reducir la concentración de cafeína en la taza.

Ciertamente no es lo más deseable, especialmente si eres un purista del café, pero puede ayudarte a reducir tu ingesta de cafeína.

Intenta sustituir el café

Calma, no estamos sugiriendo que abandones el café por completo (no nos atreveríamos a semejante cosa).

Solo queremos señalar que podrías reemplazar alguna de las tazas de café que ya no vas a beber por té verde o negro o alguna de estas 8 alternativas a la cafeína.  

Aprovecha los picos de cortisol

Trata de esperar por lo menos entre 30 a 60 minutos después de que te hayas despertado.

Esto porque durante ese tiempo, el cuerpo libera naturalmente el cortisol, también conocido, como la hormona del estrés que ayuda a que el cuerpo entre en estado de alerta.

Entonces, la idea es que bebas el primer café del día cuando tu cortisol esté en altos niveles en sangre, para que de esa forma necesites una menor cantidad de cafeína.

Ten en cuenta

Cada persona es diferente, por eso algunos individuos sentirán el olor a café en su orina después de haber bebido solo una taza.

Sin embargo, otras personas solo sentirán el olor a café en su orina después de haber tomado una mayor cantidad de tazas.

Además, si tu cuerpo está deshidratado, sentirás el aroma del café en tu orina sin importar la cantidad que hayas bebido.

Pero, yo no bebo café y aun así mi orina huele raro

Puede ocurrir que sientas un olor raro en tu orina e incluso lo asocies con el aroma de café, pero, lo más seguro es que lo que está causando esta situación, esté entre las siguientes razones.

Infección en el tracto urinario 

Las infecciones urinarias se caracterizan por cambios en el color, la densidad y el olor de la orina.

De igual forma, estas infecciones pueden ocasionar un aumento de la frecuencia urinaria, es decir puedes sentir que necesitas ir al baño más seguido.

Si esto es lo que te está ocurriendo, lo más sensato es que busques atención médica para que empieces un tratamiento.

Fístula de la vejiga

Una fístula es una conexión anormal entre 2 partes del cuerpo y, en el caso de la vejiga, lo más común es que haya una conexión anormal con el intestino.

Esto es serio, ya que existe la posibilidad de que haya una sobreinfección bacteriana, es decir que las bacterias del intestino lleguen a la vejiga, órgano que almacena la orina antes de que salga por la uretra.

Así, cuando la orina sale del cuerpo puede estar contaminada y causar un mal olor.

Enfermedad hepática

Una enfermedad hepática también puede causar que la orina tenga un olor fuerte.  Por eso, si experimentas alguno de estos síntomas:

  • Ictericia (color amarillento en la piel y los ojos).
  • Orina de color oscuro.
  • Vómito.
  • Pérdida de peso (sin hacer ejercicio o dieta).
  • Hinchazón abdominal crónica, busca atención médica.

Fenilcetonuria

La fenilcetonuria es una condición genética que consiste en la incapacidad del cuerpo para descomponer el aminoácido fenilalanina.

Entonces, cuando los metabolitos derivados del proceso fallido de descomposición entran en la orina, pueden causar que ésta tenga un olor a almizcle.

Esta es una enfermedad que una vez diagnosticada en los niños pequeños, debe ser tratada de inmediato, ya que puede desencadenar problemas, como:

  • Discapacidad intelectual.
  • Retraso en las habilidades sociales.
  • Disminución en la pigmentación de la piel.

Diabetes

La diabetes también puede hacer que la orina tenga un olor extraño.

De hecho, desde hace milenios se sabe que los pacientes diabéticos que no reciben tratamiento tienen un aroma frutal tanto en su orina como en su aliento.

Así, en la diabetes ocurre que el cuerpo no puede usar la glucosa que se encuentra en la sangre debido a la resistencia típica que presentan las células a la insulina (que es la que introduce la glucosa a la célula).

Entonces, al no tener el combustible para funcionar (la glucosa), el cuerpo descompone la grasa para obtener energía.

Esto crea unas sustancias químicas llamadas cetonas que tienen un olor frutal y se excretan en la orina, de ahí el olor dulce característico.

Embarazo

Cuando las mujeres quedan embarazadas, sus cuerpos producen una hormona llamada Gonadotropina coriónica humana; esta hormona puede cambiar el aroma de la orina, haciendo que se vuelva más fuerte.

Además, se cree que las mujeres tienen un sentido del olfato más agudo que el de los hombres, por lo que podrían percibir de forma más eficaz cambios de olor más sutiles.

Asimismo, si una mujer embarazada se deshidrata, puede ocurrir que el ácido úrico en su cuerpo se acumule, lo que puede hacer que la orina tenga un intenso olor a azufre.

Algunos alimentos cambian el olor de la orina

Los espárragos son conocidos por hacer que la orina huela mal. Sin embargo, hay quienes pueden comer estos vegetales sin sufrir ningún cambio en el aroma de su orina.

Y, es que, todos digerimos los alimentos de una manera diferente. Así, puede ocurrir que algunas personas carezcan de la enzima que descompone los espárragos o cualquier otro alimento.

De esta forma, cuando comen el vegetal no experimentan ningún cambio en el olor de su orina, mientras que los que sí tienen la enzima producen algo llamado metabolitos azufrados, que hacen que la orina tenga un olor a azufre o amoníaco.

Otros alimentos, como las coles de Bruselas, las cebollas, el ajo, el curry, el salmón y el alcohol, también pueden tener efectos similares.

Infección micótica (causada por hongos)

Las levaduras son microorganismos que viven naturalmente en varias partes del cuerpo, incluida la vagina.

Pero, a veces estos hongos crecen demasiado y desencadenan infecciones vaginales.

Entonces, el problema es que la uretra está muy cerca de la abertura vaginal, por lo que la orina puede captar el olor de la infección vecina.

No obstante, al igual que las infecciones urinarias, el cambio de olor se acompaña con otros síntomas, como:

  • Ardor al orinar.
  • Aumento de la frecuencia urinaria.
  • Enrojecimiento del área.
  • Hinchazón vaginal y de la vulva.
  • Secreciones blanquecinas espesas.

Infecciones de transmisión sexual

Algunas de estas enfermedades pueden causar uretritis o inflamación de la uretra.

De esta forma, la inflamación puede asociarse con bacterias, pus o sangrado, lo que puede cambiar el olor de la orina.

Así, tenemos que la clamidia y la gonorrea, entre otras enfermedades son las que más causan uretritis.

Pero incluso si una de estas enfermedades no causa uretritis, la orina aún podría captar un olor proveniente de la irritación en la vagina.

Cálculos renales

A menudo los cálculos renales son una causa de cambio en el olor de la orina.

Estas partículas se desarrollan cuando la sal y otros minerales que se encuentran en la orina se pegan y forman depósitos duros similares a piedras.

Entonces, los cálculos pueden ser tan pequeños como granos similares a la arena o tan grandes como una piedra mediana.

Así, los cálculos renales pueden acumular bacterias y provocar infecciones o, a veces, sangrado. El caso es que cualquiera de las 2 puede cambiar el olor de la orina.

Por su parte, el cambio en el aroma de la orina también se acompaña de síntomas, como:

  • Dolor de espalda, en el costado del tórax o la ingle.
  • Náuseas.
  • Vómitos.
  • Micción frecuente.
  • Sangre en la orina.
  • Dolor al orinar.
  • Fiebre.

Eso sí, recuerda que los cálculos renales nunca serán solo orina maloliente ya que siempre están acompañados de alguno de los síntomas anteriores.

Vitaminas

Es común que algunas personas perciban que su orina huele diferente después de tomar vitaminas.

En general, en este caso ocurre lo mismo que con la ingesta de alimentos, es decir, usualmente el cambio en el olor de la orina será momentáneo e inofensivo.

Lo más seguro es que la variación en el aroma de la orina se deba a un exceso de las vitaminas en el cuerpo, lo cual se resolverá con una o varias idas al baño.

En conclusión

Si bien, cualquier olor extraño en la orina puede ser inquietante, no necesariamente indica que haya algo malo con nuestro cuerpo.

Sin embargo, si llegas a notar que aparte del cambio en el aroma de la orina hay algún otro síntoma por (pequeño que sea), lo mejor que puedes hacer es consultar lo más pronto posible con tu médico de cabecera.

Además, recuerda siempre hidratarte y mantener una alimentación balanceada.

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