5 historias Legendarias sobre el origen del Café

La importancia del café trasciende más allá de su sabor, y es que, esta bebida ya es un símbolo de energía y bienestar para miles de millones de personas en todo el planeta.

Por eso, hoy hemos decidido echar un vistazo a algunas de las historias más extraordinarias en torno a esta bebida.

Por eso, si las quieres conocer, continúa leyendo.

5 leyendas sobre el café

El café despierta tantas pasiones que, desde hace mucho tiempo existen leyendas y mitos que tratan de explicar su origen.

Por su parte, también hay relatos de los efectos que esta bebida le causa a quienes la consumen.

A continuación, veremos algunas de estas historias.

La leyenda de Kaldi y las cabras danzantes

De seguro esta es la historia más popular centrada en el café y tiene su origen en Etiopía alrededor del año 850 AD.

Así, esta historia cuenta que Kaldi, un pastor de cabras, descubrió a su rebaño comiendo bayas rojas brillantes de un árbol desconocido.

Cuando Kaldi se acercó a las cabras, fue testigo de algo sumamente curioso y extraño; ya que el raro fruto de este árbol, había transformado la manada usualmente tranquila, en criaturas vivaces y danzantes.

Gracias por las segundas oportunidades

Lleno de curiosidad por lo que veían sus ojos, el joven pastor llevó las bayas a un monasterio local, en donde los monjes cercanos comenzaron a preparar el primer lote de café, que por cierto no resultó bien.

Y es que, se dice que los monjes utilizaron incluso las ramas del árbol junto con los granos para elaborar el brebaje, por lo que el sabor fue de todo menos agradable.

Así que los monjes frustrados arrojaron todo al fuego, pero al poco tiempo sintieron el delicioso aroma clásico del café tostado, ante lo cual decidieron darles una segunda oportunidad a los frutos.

Con el tiempo aprendieron que primero debían tostar los granos, para ahora sí elaborar la bebida.

Además, los monjes notaron que beber estas misteriosas bayas los mantenía alerta, especialmente durante los momentos de oración prolongada.

Esto hizo que la noticia de este aclamado estimulante viajara a otras partes del mundo, lo que resultó en el fenómeno global que aún se mantiene en la actualidad.

Como dato curioso, vale la pena mencionar que la cadena de café más grande de Etiopía se denomina Kaldi´s en honor al pastor al que tanto le debemos, todos los amantes del café.

El café ayudó a Mahoma

El profeta más famoso del islam tuvo su propio encuentro con el café.

De esta forma, cuenta la leyenda que el propio Mahoma fue visitado por el Arcángel Gabriel, quien le regaló una enigmática bebida que le dio la fuerza suficiente para continuar su viaje.

Así, al finalizar el viaje, el profeta del islam fue capaz de asesinar a 40 de sus enemigos, antes de conquistar 40 mujeres vírgenes.

De hecho, hay quienes dicen que el profeta solo necesitó un sorbo de café para alcanzar la victoria.

En cualquier caso, lo cierto es que, hasta el día de hoy, el café se consume ampliamente en la mayoría del mundo árabe y está profundamente asociado con Mahoma.

Por lo que se sirve durante las fechas especiales, como los cumpleaños.

La historia del Omar el sanador

Se cuenta que, en la ciudad de Moca en Yemen, existió hace muchos años un hombre llamado Omar que trabajaba como ayudante curando a los enfermos a través de la meditación y la oración.

De esta forma, se cuenta que sus habilidades molestaron al gobernante del país, así como al jefe de las autoridades islámicas.

Por lo tanto, sus enemigos difundieron rumores sobre él en la comunidad.

Entonces, en poco tiempo Omar fue desterrado y tuvo que abandonar la ciudad para dirigirse al desierto, a las afueras de la ciudad.

Así, el hombre encontró refugio en una cueva, pero se estaba muriendo de hambre, hasta que un día vio un pequeño arbusto lleno de bayas rojas.

La importancia del tueste

Omar pensó que esta planta era una señal de Dios para salvarlo, por lo que recogió algunos de los frutos y en seguida se los comió, el problema era lo amargo de su sabor.

Así que, él decidió encender una fogata para asar los frutos y colocarlos en agua caliente; el resultado fue que los granos seguían siendo difíciles de comer, por lo que bebió el líquido para al menos calmar su sed.

En un principio no sintió mucho, pero rápidamente se dio cuenta que se sentía despierto y lleno de energía aun cuando no había comido nada.

Pronto, los enfermos de la ciudad fueron a buscar a Omar en la cueva, pues, al fin y al cabo, ya sabían de sus habilidades.

Omar entonces, empezó a brindarles un poco de la bebida que había elaborado como medicamento y, al parecer algunos de ellos se curaron.

Entonces, rápidamente las noticias de la “medicina milagrosa” se extendieron por todo el país y muchos vieron a la supervivencia del hombre como un milagro.

Por su parte, el gobernante le pidió a Omar que regresara a Moca y las autoridades religiosas lo proclamaron santo.

Hay quienes dicen que la planta y la bebida negra fueron nombradas “Moca” para honrar este evento.

Versión alternativa

Otra versión de esta leyenda cuenta que Omar y su mentor estaban en una peregrinación hacia la Meca.

El viaje era muy difícil por lo que su maestro enfermó y antes de morir le dijo que después de muerto, volvería como un espectro y que él (Omar) debía obedecerlo en todo lo que le dijera.

La historia dice que, en efecto, a la noche siguiente, el espectro apareció delante de los ojos asustados de Omar e hizo brotar una fuente de la cual el hombre debería llenar su cuenco (cantimplora) y seguir su camino.

El espectro además le dijo que estuviera pendiente de parar en donde el agua empezara a agitarse, porque allí pasarían cosas importantes.

Omar continuó caminando, hasta que al llegar a la ciudad de Moca observó que el agua se agitaba y, al mismo tiempo vio cómo los habitantes de la ciudad padecían una extraña enfermedad mortal.

Se dice que Omar ofreció del agua que tenía a varias personas y empezó a orar por ellas; al poco tiempo se curaron, por lo que él fue proclamado como un hombre santo.

El error de Omar

La fama de Omar era tal, que un día fue llamado al palacio para curar a la hija del rey, quien se encontraba muy enferma.

Omar acudió al palacio y curó a la princesa, pero el hombre se obsesionó con ella a tal punto que se propuso raptarla y llevarla consigo.

El rey se enteró de las intenciones del hombre y lo desterró al desierto.

Allí, no había más que una pequeña cueva en donde resguardarse de la intemperie; cuando entró lo único que había eran algunas hierbas de mal sabor que tuvo que usar como comida.

Así estuvo unos días hasta que una mañana, Omar observó un extraño arbusto con flores blancas y un fruto rojizo oscuro.

El hombre decidió probarlo y lo encontró tan delicioso que a partir de ese instante fue lo único que comía.

¿Ya sabes qué árbol era? Correcto, la leyenda dice que era un cafeto, y que con sus frutos Omar pudo elaborar una bebida que lo ayudó a sobrevivir en el desierto.

Además, al parecer, Omar se dio cuenta que su bebida podía curar enfermedades, por lo que un día decidió volver a la ciudad y mostrarle al rey los efectos de la preparación.

El rey asombrado permitió que Omar volviera a la ciudad y en premio por su descubrimiento le regaló un hermoso palacio.

Así, la noticia sobre la bebida milagrosa se esparció por todas partes.

Las lágrimas de un dios

Los Oromo son uno de los grupos más grandes nativos de Etiopía, cuya tradición sobre cómo se descubrió el café es única.

Así, según los mitos antiguos, el dios Waqa sacó los primeros granos de café de sus propios ojos, después de tener que condenar a muerte a uno de sus más leales hombres.

De esta forma, los Oromo creen que mientras que otras plantas pueden crecer y prosperar con el sol y la lluvia, los granos de café solo brotarán de las lágrimas de un Dios.

Y, hasta el día de hoy, el café sigue siendo muy apreciado dentro de la cultura Oromo.

El mito griego del café

Desde la antigüedad, en la mitología griega ya se hablaba de una diosa del café.

Su nombre era Bistrea y, según decía el mito, ella había nacido de una visión de Zeus cuando el Dios se encontraba perdido en el trópico.

Así, el dios soñó a una mujer morena de cabello negro y fragancia única entre dulce y amargo.

Luego, cuando Zeus despertó sintió que aquel olor emanaba de una pequeña planta, la cual bautizó cafeto.

Al cabo de algún tiempo, se dice que de aquella planta se materializó la hermosa mujer que Zeus había visto en su visión.

Y, una vez que ya estuvo en el olimpo, Bistrea cultivó sus cafetos, y sabiamente decidió elaborar una maravillosa bebida con sus frutos, que tiempo después sería conocida por la humanidad, como el café.

El café como la cura de las penas

Otro mito griego cuenta que el café se originó cuando la hija de Zeus, Helena, preparó una bebida que tenía el poder de acabar con la pena y la ira, de forma que los recuerdos dolorosos se esfumaran poco a poco.

Se dice que esta bebida era negra con un fuerte sabor, pero que brindaba vitalidad y felicidad, ¿Sería el café? ¡Quizás!

Como ves, el café es una bebida tan extraordinaria que diferentes culturas separadas por la geografía y el tiempo, han ideado historias fantásticas para poder explicar su origen.

De cualquier forma, más allá de si es o no una bebida de origen divino, lo cierto es que el mundo como lo conocemos no sería ni parecido sin el café.

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