¿Por qué Latinoamérica no es la región que más café consume en el mundo?

¿Sabías que, a excepción de Brasil, ninguno de los 10 países en donde más se consume café produce este cultivo?

Pues, aunque pueda resultar paradójico, en otros países productores de café como Colombia y Perú el nivel de consumo es bajo, aunque en los últimos años ha empezado a incrementarse.

¿Quieres saber por qué ocurre esto? Si es así, sigue leyendo.

Latinoamérica la tierra en donde el buen café se exporta y el mal café se consume 

2 de los 3 mayores productores de café en el mundo se encuentran en Latinoamérica. En primer lugar, está Brasil, en segundo lugar, está Vietnam y, Colombia completa el podio en la tercera posición.

Entonces, sería lógico pensar que estos 3 países deberían ser también los principales consumidores en el mundo, ¿verdad?

Pues, la realidad es que no, ya que Brasil es el único país latinoamericano que figura en el top 10 de los principales consumidores de café.

De hecho, en la actualidad Brasil es el principal productor y exportador mundial de café con una asombrosa cifra de entre 60 y 65 millones de sacos al año. 

Además, el gigante suramericano se disputa el primer lugar de consumo total (no per cápita) con los Estados unidos.

Sin embargo, para finales del 2021 Estados Unidos llevaba la delantera con más de 500.000 sacos de café consumidos por encima de Brasil.   

¿Qué factores determinan el bajo consumo de café en Latinoamérica?

Históricamente Latinoamérica ha sido una potencia exportadora de café, pero no una región que consuma mucho este producto.

Una de las principales razones para este fenómeno es que las bebidas gaseosas siempre han sido las preferidas por los consumidores en varios países de la región, especialmente por su bajo costo. 

Mientras que en otros países como Argentina el mate es la bebida de elección, así como el té lo es tanto para los chilenos como para los bolivianos.

Entonces a continuación describiremos los factores que más han afectado el consumo del café en Latinoamérica.

El precio

En primer lugar, está el precio del café de buena calidad, ya que en general es costoso en relación con los ingresos de la población local.

Así, muchas personas no están dispuestas a pagar 5, 10 o más dólares por una taza de café, pues por una fracción de esa cantidad de dinero pueden adquirir bebidas más baratas como gaseosas, o incluso toda una cena.

La cultura de apreciación por el café apenas comienza

Hasta hace relativamente poco tiempo (entre 10 y 20 años) a diferencia de otras regiones como Europa o Norteamérica, en Latinoamérica no existía una cultura de apreciación del café.

Y es que, si bien es cierto que, a partir de mediados del siglo XX los gobiernos de países como Brasil, Colombia y Perú entre otros, realizaron grandes esfuerzos para incentivar el consumo local de la bebida, la realidad es que la gente se acostumbró a tomar café barato y de no muy buena calidad.

Entonces, aunque en efecto se logró que las personas aumentaran el consumo del café, pues lo asociaban con momentos en familia y amigos, lo cierto es que a la gran mayoría de las personas no le importaba mucho la calidad de la bebida.

Solo hasta hace poco tiempo los consumidores se han interesado por saber más sobre el café para de esa forma apreciar qué es lo que se están tomando.

Esto último hace que solo los consumidores más informados estén dispuestos a pagar más dinero por una buena taza de café.  

Y aunque ha habido un cambio de actitud frente al consumo de café en los consumidores latinoamericanos, lo cierto es que puede tomar años antes de que las personas cambien por completo la concepción que tienen sobre el café.

La producción de café de alta calidad se ha destinado para la exportación

La industria cafetera latinoamericana se ha centrado por décadas en la producción de café de muy buena calidad que posteriormente se exporta a países donde existe toda una cultura de apreciación por el café.

Esto sucede porque los grandes productores obtienen mayores ganancias por su producto en mercados extranjeros.

Sin embargo, en años recientes el número de pequeños productores de café ha aumentado, ya que se espera que estos pequeños empresarios puedan incursionar en el mercado local con una bebida de mejor calidad que la que acostumbra a tomar el consumidor promedio.

¿Cómo es el consumo de café en los países latinoamericanos?

Ante todo, debemos recordar que no todos los países latinoamericanos son productores del café.

No obstante, países como Argentina, Bolivia y Chile que no son productores han empezado a interesarse más por el negocio del café, pues quieren establecer mercados locales.

Esto pasa porque, aunque el café no es la bebida más popular allí, sí representa una gran oportunidad de mercado; especialmente en todo lo relacionado con el café especial.

Por eso cada vez es más común que por toda la región haya más personas interesadas en aprender sobre métodos de preparación del café, así como aspectos técnicos referentes al tueste y todo el proceso de producción de este cultivo.  

Por su parte los consumidores latinoamericanos están en consonancia con la tendencia mundial de mayor consumo de café y por eso no sorprende que más y más entusiastas se interesen en la cata profesional.  

Ahora veremos una breve descripción de la situación actual de consumo de café en algunos países latinoamericanos.

Argentina

En argentina, el consumo de café se ha visto relegado históricamente a un segundo plano, pues el mate es la bebida preferida.

Sin embargo, el consumo de café ha empezado a tener un crecimiento sostenido en las últimas décadas.

Bolivia

Bolivia y Chile son los 2 únicos países de toda la región en donde el consumo de té supera al de café. 

Sin embargo, en Bolivia el consumo del café va en aumento; en el país andino se consume bastante café instantáneo, pero se espera que más variedades entren a competir en el mercado.

De hecho, según un estudio realizado por la marca Nescafé en el año 2019, el consumo de café en ese país había crecido un 21% más con relación al año anterior.  

Chile

En Chile el consumo de té es superior al del café. Esto se debe a la gran migración de personas de origen británico a ese país entre mediados del siglo XIX y principios del siglo XX.

Entonces los inmigrantes británicos difundieron el consumo del té, lo cual se popularizó en la cultura chilena.

Pero, como es usual en la región el consumo de café es cada vez más popular; especialmente el instantáneo.

Sin embargo, el crecimiento en el consumo de café especial va en aumento, pero de manera lenta, sobre todo por su alto costo en comparación con el té.

Colombia

Tradicionalmente Colombia ha sido un exportador nato de café arábica de excelente calidad.

Sin embargo, para satisfacer la demanda interna, la industria del café ha utilizado café de baja calidad (pasilla).

No obstante, Colombia es quizás el país latinoamericano en donde se ha visto un cambio más pronunciado en el consumo del café.

Ya que, según un estudio de la Federación Nacional de Cafeteros de ese país, el consumo de café aumentó a 2.8 kg per cápita a finales del 2021.

Además, ese estudio reveló que la incidencia del consumo pasó de un 86% en el 2015 a 96% en el 2021.

El consumo de café en Colombia es diferente al del resto de la región

Asimismo, el consumo de café aumentó en personas a partir de los 12 años, lo que demuestra un cambio generacional respecto a la bebida.

Vale la pena aclarar que el consumo del café en Colombia creció tanto en áreas urbanas como en zonas rurales.

Esto contrasta con otros países de la región, pues lo usual es que el consumo aumente en las grandes ciudades, pero no en el campo.

Pero, no solo aumentó el consumo del café puro, sino que también los consumidores colombianos han mostrado interés en otras bebidas que se elaboran a partir de café.

Sin embargo, el consumo de café especial o café de especialidad se mantiene estable y va de la mano con la tendencia regional, es decir, va en alza, pero aún no hay una cultura de apreciación que facilite que el consumidor promedio quiera pagar más por el café de buena calidad. 

Así, el café especial solo se consume en los principales centros urbanos como, por ejemplo, Bogotá, por lo que se espera que haya mayor penetración de mercado en otras zonas del país.                 

Uruguay

Al igual que en Argentina, el consumo de mate es superior respecto al consumo del café. Sin embargo, el consumo de café instantáneo se mantiene al alza.

Asimismo, las importaciones de café van en aumento.

Resto de la región y Centro América

La situación respecto al consumo de café en otros países de América del Sur y de Centroamérica mantiene la misma tendencia que en los otros países ya mencionados.

Es decir, el consumo de café instantáneo se ha mantenido estable durante décadas. Por el contrario, el consumo de café en grano hasta ahora empieza a establecerse en estos países.

Aunque, sí hay que mencionar que en países como Costa rica la importación de café de buena calidad ha aumentado.

Pero, la tendencia principal en Latinoamérica es la apuesta por afianzar el consumo interno del café.

El problema es que esto se está dando de la mano de pequeños productores, por lo que se espera que el cambio en las costumbres del consumidor tarde algún tiempo en establecerse.         

Brasil es un caso aparte

Brasil es el principal consumidor de café en América latina con un consumo per cápita de 0,6 tazas al día y, el segundo consumidor mundial de café por cantidad total, detrás de los Estados Unidos.

No obstante, Brasil consume más café per cápita que los Estados Unidos, pues según cifras de la marca Statista Consumer Market Outlook, en Brasil se consumieron alrededor de 5,4 kg al cierre del 2021.

En estados Unidos por su parte, el consumo per cápita fue de 3,7 kg.

Entonces, eso significa que, aunque el mercado estadounidense importa mucho café, el público norteamericano consume menos que en el país suramericano; pues la mayoría de la producción se utiliza en la elaboración de subproductos derivados y no en la preparación de café puro.

Además, según la Asociación brasileña de la Industria del Café ABIC (por sus siglas en portugués) el consumo de café en ese país creció en más de 1 millón de bolsas anuales en la última década.

Esto quiere decir que el consumo de café se ha mantenido al alza a pesar del aumento en los precios del producto final, consecuencia del incremento en los costos de la cadena productiva.

Y es que, a pesar de la crisis económica mundial, el consumo de café en Brasil se ha mantenido estable e incluso registró un incremento de alrededor del 3,2% a finales del 2017, según datos de la marca Euromonitor International.

Por su parte, 2/3 de la producción total de café brasileño es de la variante arábica y el resto es café robusto. No obstante, es el café de robusta el más demandado en el mercado interno. 

La tradición y el impactó social del café en Brasil

En Brasil el café tiene mucha importancia cultural; además, la industria cafetera del país ha sabido adaptarse rápidamente a los nuevos hábitos de consumo de los consumidores que cada vez son más conocedores del producto.

De hecho, hasta el año 2014 Brasil era el consumidor número 1 de café del planeta de acuerdo con un estudio de mercadeo de la marca Euromonitor International.

Sin embargo, en los siguientes años Estados Unidos superó al país sudamericano.

Por su parte, el público brasileño prefiere el café molido porque es la opción más económica y, socialmente las personas disfrutan más del café hecho en casa.

Lo anterior se correlaciona con el relativo interés en el consumo de las capsulas de café, pues en Brasil tener una cafetera puede ser visto como un símbolo de estatus social.

No obstante, el mercado de las cafeteras se reserva solo para un sector muy reducido de los consumidores debido a los elevados costos tanto de las cafeteras como de las capsulas de café.

Por otra parte, la tendencia de tomar café en sitios especializados se ha visto reducida por los efectos tanto de la crisis económica como del COVID-19, por lo que es más común la compra de café en las tiendas de Retail.    

Nota: según la ABIC, los menores de 30 años, suelen tomar café fuera de casa, aunque a menudo buscan las opciones más económicas en el mercado.

Cambios en la industria del café latinoamericano

Como hemos señalado anteriormente en los últimos años ha habido un viraje en la forma de actuar de la industria cafetera latinoamericana, pues ahora se busca que el café de alta calidad también se quede en los mercados locales (al menos en una pequeña fracción).

Así las cosas, este renovado interés por un café de alta calidad también beneficia a los caficultores, pues les representa mayores ganancias al momento de vender la producción total.

Asimismo, el consumidor informado busca más y mejores alternativas en el producto y por lo tanto está dispuesto a pagar mayores precios.

Además, la apuesta de los productores cafeteros (ya sean grandes o pequeños) por estrategias de marketing como por ejemplo los eventos especializados relacionados con el consumo del café, son una de las causas que más han favorecido el crecimiento del consumo de esta bebida.

Por todo lo anterior, se espera que el consumo de café siga creciendo en la región, en especial en lo relacionado con el café especial.

Ya que la tendencia es que el consumidor sepa cada vez más sobre el producto y, por lo tanto, exija una mejor calidad en el café que compra.        

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