La Chemex: Una Cafetera para Hacer una Bebida Superior

La Chemex es única entre las cafeteras. Mientras que muchos de los aparatos que vemos hoy en día son algo modernos, la Chemex es en realidad un invento de hace 80 años.

El químico alemán Dr. Peter Schlumbohm creó la cafetera Chemex en 1941. A lo largo de su carrera, creó más de 300 patentes, desde coches hasta cocteleras. Su misión era mejorar la usabilidad, el atractivo y la estética de los productos más comunes.

En este blog te brindamos más información sobre la historia de la cafetera Chemex y su diseño.

La cafetera Chemex

Paso a paso para preparar café en Chemex
Paso a paso para preparar café en Chemex

La Chemex es una cafetera con un diseño elegante y atemporal y una funcionalidad muy apreciada. La forma de reloj de arena y el robusto mango de madera son reconocibles al instante, y el proceso de preparación relativamente simple hace que la Chemex sea una potencia en el mundo del café especial.

La Chemex prepara el café mediante el método de infusión, lo que lo hace más similar al café de goteo en términos de cuerpo y sabor. Los filtros de la Chemex son entre un 20 y un 30% más gruesos que los utilizados por otros métodos, como la Hario.

El resultado es una preparación más lenta y una taza de café más rica. La Chemex produce una taza de café sin sedimentos que impresionará a cualquiera que esté acostumbrado al sabor más débil de la mayoría de las cafeteras de goteo automático.

Hay cuatro modelos de Chemex: 3 tazas, 6 tazas, 8 tazas y 10 tazas.

Historia de la cafetera Chemex

Era 1941, y el café filtrado aún no existía. En esta época el 64% de todo el café de los hogares se hacía con una percoladora. Para su época, la Chemex era un tipo de cafetera muy innovadora, aunque no se convertiría en el centro de atención mundial hasta mucho después.

Schlumbohm se propuso crear la Chemex con dos objetivos: simplificar la preparación de la taza ideal de café y crear una obra de arte. Sin duda, investigó y comprendió la ciencia que hay detrás de la extracción del sabor y la cafeína de los granos de café porque era químico. Este conocimiento también lo aplicó en unos filtros que se adaptan perfectamente a la Chemex para garantizar la máxima extracción.

El camino a la consolidación de la Chemex

En 1942, un año después de que Schlumbohm patentó por primera vez la Chemex, entregó un modelo al comprador de Macy’s, que empezó a publicar anuncios de la cafetera. Los primeros anuncios promocionaban la Chemex diciendo que permitía a los usuarios “hacer café a la manera de los químicos” y ese mismo año se fabricaron los primeros 500 modelos.

En 1943, Schlumbohm presentó la Chemex al MoMA para que formara parte de su exposición Useful Objects (Objetos Útiles). Para 1949, Chemex Corporation, que comenzó en la mitad de un apartamento, se había expandido a tres pisos del edificio.

En 1952 el Dr. Schlumbohm cuidaba la forma en que sus productos se comercializaban y se presentaban al mundo. No le gustaban las tácticas un tanto engañosas que utilizaban las agencias de publicidad para atraer a los consumidores.

Schlumbohm prefería escribir sus propias promociones, anuncios y literatura informativa en torno a sus inventos. Se propuso educar a la gente sobre la filtración perfecta que se consigue con el sistema Chemex y dejar que el producto se imponga por sí mismo. Regaló cafeteras Chemex a celebridades y personalidades con la esperanza de recibir su apoyo público. A lo largo de los años acumuló una increíble lista de direcciones de usuarios potenciales.

En 1958, los diseñadores del Instituto Tecnológico de Illinois consideraron que la Chemex era uno de los mejores productos diseñados en los tiempos modernos, por lo que fue expuesto e incluido en la colección permanente del MoMA de Nueva York.

Expansión de Chemex

El Dr. Schlumbohm también tenía el deseo de llevar el café perfecto a las cafeterías y restaurantes.

Para 1961 había inventado y fabricado el Chemex Samovar, considerado el “Batch Brew” original, que podía preparar 36 tazas de café. Lo suministró a los restaurantes solo después de que éstos firmaran un acuerdo de licencia, en el que se establecía que seguirían ciertos parámetros, como seguir exactamente las instrucciones de funcionamiento y no superar el límite de extracción de 36 tazas.

En 1962 el Dr. Schlumbohm falleció y la empresa fue entregada a la vicepresidenta Marie Foley. Ella había sido empleada de Chemex desde el principio, ayudando a montar las primeras 500 cafeteras Chemex. Se quedó con la empresa durante unos años antes de venderla a un propietario privado.

Durante las décadas de los 60 y los 70 la compañía siguió creciendo a la par que presentaban innovaciones de la cafetera. Por ejemplo, el cambio del cuello de madera por uno plástico o con mango para sujetarla. Estos materiales son baratos, resistentes y cómodos, pero no son tan agradables a la vista como lo puede ser un bonito diseño de cristal.

En 1980 la Corporación Chemex se convirtió oficialmente en una empresa familiar cuando Patrick y Liz Grassy adquirieron la compañía. Patrick asumió el papel de presidente y su esposa Liz se hizo cargo del departamento de marketing.

La popularidad de la Chemex en el nuevo milenio

La popularidad de la Chemex se disparó durante el nuevo milenio. La gente quería más formas de preparar un buen café en casa, lo que dio lugar a una afluencia de nuevas cafeteras diferentes, incluidas las máquinas de café espresso para el hogar. Pero ante los altos precios, opciones como la Chemex resultan más atractivas.

En 2013, después de una larga trayectoria con el empaquetado y el logotipo anteriores, Chemex decide que es hora de refrescar la marca. Una vez más, crean una nueva paleta de colores, actualizan el logotipo y lanzan dos nuevos productos: Una taza que emula a la Chemex y un recipiente para azúcar o crema. Un año después lanzaron una renovada versión automática de Chemex.

Para 2019 contaban hasta con su propio videojuego, llamado “Brew Perfect”. Cuyo objetivo, además de entretener, es educar mientras se ayuda al Dr. Schlumbohm a crear la Chemex y la taza perfecta de café.

Diseño

La Chemex cuenta con un bonito diseño. Esto se debe a que Chemex se ha mantenido fiel a su diseño original utilizando vidrio, madera y cuero.

Schlumbohm se inspiró en los equipos de laboratorio no porosos que no imparten ningún sabor propio y en la escuela de diseño Bauhaus.

Puntualmente los elementos científicos en los que se inspiró para diseñar esta cafetera fueron 2: su embudo de cristal de laboratorio y su matraz Erlenmeyer. Para que el aire desplazado por el líquido que entraba en el recipiente pudiera salir libremente, construyó un canal de aire en el embudo. Modificó el Erlenmeyer añadiéndole un “ombligo” y combinándolo con el embudo de vidrio modificado. Con la adición del encantador mango de madera, obtuvo una cafetera de una sola pieza, resistente al calor y de vidrio de borosilicato.

Debido a su distintivo diseño de mediados de siglo, la cafetera Chemex ha tenido una gran presencia en la cultura pop. James Bond prepara el café con una Chemex en la película de Ian Fleming “Desde Rusia, con amor”. Las cafeteras de cristal se pueden ver en la cocina de Don Draper, de Mad Men, así como en la cocina de Woodhouse en El bebé de Rosemary.

Conclusión

Hoy en día, la Chemex es una de las cafeteras más populares del mundo. Siendo la Hario V60 la única verdadera rival que utiliza un método de preparación similar y consigue resultados parecidos.

La próxima vez que disfrutes de tu café Chemex, tómate un segundo para apreciar toda la historia de la Chemex.

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